Se está cociendo el episodio 25
Si las fuerzas me acompañan y consigo rebajar mis actividades onanistas a, digamos, la mitad, entonces puede que os cuente lo que ni yo mismo consigo creerme, por más que fuera mi mismísimo yo el protagonista de semejante fechoría barriobajera, otra más, y ya van… yo qué sé cuantas van. ¡Y las que quedan!
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Venga, venga…echale ahí lo que hay que echarle y a ver si el 8 de marzo, coincidiendo con el segundo aniversario de la publicación de utlimo blog, nos ofreces algo nuevo de una puñetera vez que algunos estamos hartos de leer y releer tus aventuras una y otra vez buscando entre lineas algún atisbo de donde pueda sr que te hayas metido.
Joder, qué poca vergüenza tengo. Esto es un sinvivir Putoloco, un querer y no poder, la historia de mi vida en tres quiebros que más parecen tres retortijones, que rima con cojones, pero tres criadillas no tengo, claro, al menos todavía, no sé si me explico, aunque, la verdad, no se qué cojones quería decir, que también viene a ser la historia de mi vida, y no la otra, sino la misma, porque yo solo tengo una existencia, que es, como decía, en el transcurso de este pleno sinvivir, la de Cautivador. Y ya vale coño, que me aburro a mí mismo con tanta sinsorguez, joder.
Cuando llegue al hit número 10.000 lo celebraré con el siguiente episodio. He dicho.
Ale, que ya han pasado de los 10.000.
Danos nuestra dosis de Cautivador que tanto cocinar el episodio te va a quedar un refrito intragable.
Yo ya no se si está cociendo el episodio 25, o es Cautivador el que se está cociendo… Agosto asoma, y aquí estamos, (des)esperando. Déjate de cursillos de numismática y colombofilia y céntrate, coño!